La propuesta escénica tiene como temática central al bullying en un grupo de adolescentes. El género desde donde se lo aborda es el terror, poco habitual en el mundo teatral y que nos desvía de nuestra cotidianidad. A su vez, otra particularidad es situar al espectador en un rol activo, siguiendo los pasos de los personajes por un escenario sin límites y obligando a empatizar con los sucesos, tan reales como imaginarios en una atmósfera asfixiante.