Mara, Héctor y Pablo son víctimas de sí mismxs y de una realidad condicionante que lxs coloca al filo de un abismo emocional.
La búsqueda de comprender las posibilidades de construcción en la pareja se ponen de manifiesto a través de estos personajes de edades disímiles, características particulares, humanidades en construcción.
Identidades de género diversas.
Conectadxs por el amor tal vez, la identificación, la necesidad de supervivencia...
Nos constituimos en la mirada de otrx, que nos devuelve quienes somos finalmente.
Una mirada profunda a un mundo en donde la elección amorosa es tantas veces bastardeada. Donde lo que importa deja de importar y el afuera acciona como fuerza centrífuga que desgarra los vínculos.
La circularidad está implícita en esta relación, como en la vida misma.
Comprender su medida es el desafío de este texto teatral el diámetro del abismo.
Somo seres sociales con necesidad de un otre que nos constituye en su mirada y también somos en la medida que nos nombran.
Somos entonces construcciones nombradas, mutables, contingentes.
Al diámetro del abismo no le importa edad ni género, siempre estamos buscando, hallando y volviendo a buscar. Las razones son tan justas y valederas como diversxs somos.
La búsqueda de comprender las posibilidades de construcción en la pareja se ponen de manifiesto a través de estos personajes de edades disímiles, características particulares, humanidades en construcción.
Identidades de género diversas.
Conectadxs por el amor tal vez, la identificación, la necesidad de supervivencia...
Nos constituimos en la mirada de otrx, que nos devuelve quienes somos finalmente.
Una mirada profunda a un mundo en donde la elección amorosa es tantas veces bastardeada. Donde lo que importa deja de importar y el afuera acciona como fuerza centrífuga que desgarra los vínculos.
La circularidad está implícita en esta relación, como en la vida misma.
Comprender su medida es el desafío de este texto teatral el diámetro del abismo.
Somo seres sociales con necesidad de un otre que nos constituye en su mirada y también somos en la medida que nos nombran.
Somos entonces construcciones nombradas, mutables, contingentes.
Al diámetro del abismo no le importa edad ni género, siempre estamos buscando, hallando y volviendo a buscar. Las razones son tan justas y valederas como diversxs somos.