Adela y sus amigos

Adela es tímida. Realmente tímida. Tan tímida que siempre quiere huir. Es
verdad que le haría bien salir, pero siempre que sale mete entera en su bolsa la
cabeza. Es un buen escondite. Por la mañana Adela se dirige al trabajo, oculta
en la bolsa la cabeza y escucha la gente y los ruidos que la identifican. Todos
con prisa. Trabaja en una fábrica de patitos de plástico, moderna y con un jefe
estricto. Adela revisa que salgan bien los patos, debe dejar a un lado los que
desafinan. Comparte las tardes con sus amigos, en meriendas graciosas y
llenas de diversión. Ellos logran que Adela supere el miedo y terminan en un
jardín lleno de rosas.