Somos todos iguales

SOMOS TODOS IGUALES se ubica en los intersticios dejados por el discurso histórico sobre la Revolución Francesa, y desde esta posición, desarrolla su estrategia: primero, desplegar los colores de una bandera en su pureza amenazada: el azul de la nobleza, el blanco de los iluminados y el rojo de los revolucionarios; para luego operar en la mezcla de esos tres colores un desenlace inesperado, pero no por ello alejado de la realidad histórica. SOMOS TODOS IGUALES se propone investigar la relación que los individuos mantienen con procesos que serán fundamentales para la historia universal. ¿cómo actuar frente a un hecho como la Revolución Francesa? Quizás como lo hacen los seis personajes de esta obra: sobreviviendo a las circunstancias.