La invitada

Las apariencias engañan, y engañan también los mandatos sociales. Mi propia intimidad me engaña y se ríe de mi. ¿Quién quiero ser? Me engaño, me esparzo, me retuerzo y me reúno. ¿Cuántos soy a la vez? ¿Será que te amo, o será que no puedo dejar de engañarme al respecto? Lo cierto es que delante de los otros me pinto la cara. Tendrás, entonces, que venir a conocerme de cerca. ¿Te gustaré? ¿Seré profunda, profundo, o seré un sin fin de situaciones cotidianas que no conducen a nada? Una secuencia de Haneke, un personaje Pinteriano.
Una casa..
Una familia convive.
Vos ingresas.
Vos decidís que cosa haces.