Venezuela, Música y Danza

La música tradicional venezolana es de una riqueza invaluable. La diversidad de géneros y formas musicales, rituales y celebraciones son tan variopintas como su propia geografía. Es por esto que Amanda Querales a un valioso equipo de jóvenes venezolanos radicados en Buenos Aires dedicados a las artes, han preparado un apasionante recorrido musical y dancístico denominado Venezuela, música y danza, que refleja una modesta porción de la construcción cultural de este dinámico país del Caribe.

El recorrido comienza en los llanos, entre cantos de ordeño y pasajes, con la elegancia y estirpe del baile tradicional, el canto recio y el brillo de los capachos. Girando hacia la izquierda, quedan los picos de la cordillera andina que entre frío y niebla nos recibe con los cantos típicos de oficio y de adoración al niño Jesús,

Al llegar a Oriente, el deleite será una fulía a la cruz y con Joropo y Estribillo, dando paso al singular arpegio de las parejas que entrelazadas se mueven al compás del vaiven de las olas del mar.

El paso por Occidente es para celebrar a San Antonio de Padua con sones de negros. Comenzando con La Batalla, una representación del duelo entre bailadores, garrote en mano y una procesión que los acompaña. Este ritual termina a golpe de Seis figureao y las tres parejas que van tejiendo movimientos conexos. Antes de partir de Occidente, oiremos el retumbar del sur del lago de Maracaibo donde vibra la madre África a plenitud con tambora y tamborito, al son de Gaitas de Tambora y Perijanera.

Espera el valle de Caracas, la sultana capital que estremece con canciones de cuna que arrullan la niñez en las noches citadinas desde el siglo IXX. Para coronar la noche con el compás singular de 5 x 8 en el cadencioso merengue rucaneao. Nos despedimos en la costa, a los pies del Mar Caribe. Parrandas, fulías para corear, cantos de Sirenas para invocar el fervor de este sincretismo caribeño y repique de tambor para despedir a San Juan Bautista entre banderas multicolores.

Vibra Venezuela!