Gato en tu balcón

Crítica de LAURA MASSOLO (escritora)

Entre gatos muertos, la bella desnudez de una mujer, vínculos rotos y traumas insolubles se revelan las historias aparentemente autónomas de los tres personajes de “Gato en tu balcón”. Cada uno de ellos comunica fragmentos de sus infortunios, rencores, secretos, deseos y culpas que, curiosamente, enlazan sentencias repetidas hasta dar forma a una sola historia circular atravesada por el dolor y la poesía: la poesía de lo paradojal, la poesía de la existencia y, sobre todo, la poesía del texto: “El secreto que los une, los separa” dice Soares, en el intento de interpretar el pacto silencioso que establecen un hombre que mira a una mujer desnuda y a esa mujer desnuda que busca ser mirada por el hombre. Pero el intento del psicoanalista se malogra porque, como en la vida, hay muchas verdades que se ignoran.
Sin embargo, la pericia del autor logra que todos los elementos de la trama terminen por confluir en una situación dramática que, no obstante, permite al espectador atravesar momentos de humor y de sorpresa.
“Hojas secas, papel pintado, cenizas del paraíso” como remanentes de un pasado que se desvanece frente a la realidad del desencuentro y una forma rara de amor que toma como símbolo a los gatos muertos: “De qué otra forma que no fuera con esos cuerpos como papiros, mi último intento de hacer poesía sobre la carne muerta? Cómo si no?”
Sin duda, detrás de la totalidad de esta gran obra, se esconde un gran dramaturgo, un gran poeta: Luis Sáez.

Comedia negra

Milton fue abusado por su madre. Y espía a Fedra, su vecina desnuda,
que se lleva mal con los gatos y con Soares, su papá psicoanalista, que se lleva muy mal con sus fantasmas y con su hija Fedra, la vecina que se desnuda para ser espiada por Milton, que a veces no se lleva bien con su psicoanalista, Soares.

Pero ninguno de los tres lo sabe. Aún...

Una historia de cruces y desencuentros. Soledades sórdidas, de seres atravesados por dolores viejos y cuentas pendientes que el tiempo y la inacción han tornado irremontables. Caminos que, como puntos de fuga parecían destinados a perderse sin tocarse, finalmente se entrelazan y aparean; con resultados tan inquietantes como el hecho simple y fatal de existir porque sí, a la deriva...

¿Qué historia es esta? ¿Realidad, sueños, delirios? ¿Quién es quién? Habrá que prestar atención, pues lo que comienza risueñamente, y más tarde se va convirtiendo en una serie interminable de equívocos, va cerrando casi como una tragedia…

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