Iniciamos este estudio en octubre del 2021 y luego del análisis y cruce de datos podemos difundir este informe en febrero del 2022. La pandemia no terminó, recientemente nos encontramos con el pico más alto de contagios. Las salas siguen abiertas y las experiencias y percepciones de los públicos sin dudas continúan transformándose. Seguir investigando nos permitirá poder tener una mirada más completa de estas transformaciones y cambios de hábito. 

En el estudio anterior hicimos foco en los consumos de artes escénicas mediatizadas. En esta oportunidad, el foco está puesto en la hibridación, la convivencia del regreso a la presencialidad y las artes escénicas a través de dispositivos tecnológicos. A partir de la escucha activa de los públicos podemos confirmar algunas observaciones y poner en duda otras. 

En cuanto a la vuelta a la presencialidad, para octubre de 2021, el 65% había asistido a un espacio de artes escénicas. El 75% dentro de ese grupo complementó la asistencia a una sala con otras actividades posteriores, principalmente ir a cenar o a tomar algo, intentando tal vez recuperar aquella vieja normalidad prepandémica. Incluso, 7 de cada 10 personas que volvieron a la presencialidad afirmaron que aumentarían su asistencia en los próximos meses. Un número importante de espectadores/as que no volvió fue por temor a contagiarse de Covid, miedo que tiende a aumentar con la edad de esos públicos. Y, sin embargo, entre los que sí asistieron, 81% se sintieron seguros y muy seguros en las salas, lo que significa que los protocolos de los espacios de artes escénicas han sido considerados como eficaces.

Por otro lado, la mitad de las personas que consumió artes escénicas digitales en 2020, en el marco de la pandemia, es decir, cuando las salas estaban cerradas, repitió la experiencia en 2021. Este dato es fundamental porque tuvo lugar aun teniendo en cuenta la baja de la oferta. Lo que significa que se está en plena etapa de constitución de un público de artes escénicas digitales. Y aunque en las respuestas predomina la comodidad del hogar, la búsqueda de apoyo a los artistas y la posibilidad de visualizar lo que ya bajó de la cartelera, también se incluye el descubrimiento /conocimiento de algo novedoso que resultó de interés.

Otro guiño interesante, aunque no sea una cifra significativa, es la asistencia a la obra presencial luego de haberla visualizado digitalmente. Aunque es un porcentaje pequeño se avizora un impulso para sumar nuevos/as espectadores/as.

Puede observarse en la investigación que la coyuntura modificó hábitos tanto de producción como de consumo de las artes escénicas. Como en ocasiones anteriores, volvemos a subrayar la relevancia de sistematizar los estudios de este tipo y la importancia del desarrollo de una política cultural pública que le otorgue un rol central a la investigación de los consumos culturales en permanente transformación.

Te invitamos a hacer click en el siguiente enlace para descargar el informe del estudio realizado de forma libre y gratuita. Con una combinación de técnicas: encuesta online (2733 casos; octubre 2021) y etnografía digital (relevamiento de reacciones e interacciones, análisis de comentarios, identificación de tópicos de conversación en los canales digitales de Alternativa):
https://bit.ly/InformeArtesEscenicasConsumosHibridos