Der Dibuk es la obra más famosa del teatro yiddish, representada por primera vez en Varsovia en 1920, un mes después de la muerte de su autor S. Ansky. Originalmente, la obra iba a tener una puesta en vida de Ansky a cargo de Stanislavski y con protagónico de Mijaíl Chejov, pero Stanislavski pidió tantas reescrituras que para cuando llegó la versión que estaba dispuesto a dirigir él ya había enfermado de tifus y Chejov ya había tenido un brote psicótico.
Der Dibuk cuenta, entre enrevesadas discusiones talmúdicas, la historia de Khonnon, un joven huérfano y humilde que está demasiado enredado en los misterios de la cábala y empieza a experimentar con magias cabalísticas para lograr casarse con la hija de un hombre rico del pueblo, que también lo ama pero está prometida a un joven rico en otra parte. Cuando Khonnon se entera de que el casamiento ya es inevitable, muere al instante, pero su alma va a parar al cuerpo de su enamorada; en eso consiste el dibuk, un espíritu que se queda rondando en la Tierra y posee el cuerpo de otra persona hasta que sus asuntos terrenales sean resueltos.
Las dos obras del díptico toman distintos componentes de la obra Ansky para resignificarlos y ubicarlos en el judaísmo ortodoxo argentino del siglo XX. En ambas obras, la referencia al teatro también es explícita, como parte integral de la educación jasídica de principios del siglo XX. En algún sentido, El Dibuk, dos covers es una pregunta: ¿puede el judaísmo recuperar la potencia vanguardista y subversiva de otras épocas? ¿Puede ser una tradición que nos sirva para hablar de las grandes preguntas de la vida, e incluso de los grandes temas de la actualidad como el género, el poder y la moral? Nuestros covers quieren responder que sí.
Ficha técnica:
Dramaturgia: Tamara Tenenbaum
Diseño escénico: Matías Sendón, Ariel Vaccaro Producción ejecutiva: Carolina Castro, Gabo Baigorria Asistencia de dirección: Carla Grela
Producción general: Compañía Teatro Futuro Dirección general: Mariana Chaud